Paso 1
Dentro de la ducha, una vez que termines de lavarte el pelo y enjabonarte, tomá el cepillo exfoliante con un poco de crema y comenzá a cepillarte la cara externa de los mulsos, de forma circular, durante 5 minutos.
masaje
Paso 2
Una vez concluida esa zona, cepillá la delantera de la parte superior de tus piernas, junto con las rodillas, de forma circular. Es importante que puedas ejercer un poco de presión para estimular aún más los vasos sanguíneos.
piernas
Paso 3
Repetí este último paso en los gemelos y especialmente, en los tobillos. Cuando termines, enjuagate y listo.
mujeres
Paso 4
Al salir de la ducha, hidratá tus piernas a fondo con aceite. ¿De qué manera? Haciéndote pequeños masajitos circulares.
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