Hay modelos que tienen paciencia infinita. Como las Air Max Zero, diseñadas en 1987 por Tinker Hatfield, diseñador y vicepresidente de diseño de Nike, inspirado en una visita al Pompidou de París: zapatillas con cámara de aire visible que por esas cosas que pasan quedaron archivadas. Hoy, supertecno, son su última novedad. Lo bueno siempre gana.